Los dictadores sandinistas agregaron en la lista criminales y corruptos asilados en Nicaragua a Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá, condenado el año pasado a 10 años de prisión por los delitos de lavado de dinero y corrupción.
La petición fue realizada por Martinelli en la embajada de Nicaragua en Panamá, porque supuestamente está siendo juzgado por razones políticas y su vida se encuentra en riesgo, su integridad física y su seguridad.
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«El Estado de la República de Nicaragua transmite que, de conformidad con la Convención sobre Asilo de 1928 y la Convención sobre Asilo Político de 1933, ratificada por nuestro país, y reconociendo que el Asilo es una Institución de carácter humanitario y que todas las personas pueden estar bajo su protección, sin distingo de nacionalidad, el Gobierno de la República de Nicaragua ha decidido otorgar Asilo al Señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, Ex-Presidente de la República de Panamá», confirmó en una nota el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Nicaragua.
La dictadura sandinista además solicitó al Gobierno de la República de Panamá «brindar las seguridades para la pronta salida y traslado humanitario del Asilado Ricardo Alberto Martinelli Berrocal hacia el Territorio de la República de Nicaragua».
Acusado de lavado de dinero y corrupción
En enero del año pasado, el gobierno de Estados Unidos sancionó al ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli (2009-2014), por estar involucrado en “corrupción a gran escala” que socavaron la “integridad de las instituciones democráticas de Panamá” durante su mandato.
Según la acusación, el expresidente aceptó sobornos a cambio de blanquear millones de dólares en el caso de la constructora brasileña Odebrecht, el mayor episodio de corrupción en la historia del país.
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En el proceso de blanqueo, Martinelli involucró a sus hijos Ricardo Alberto y Luis Enrique, que fueron los encargados de realizar “pagos en sobornos hechos por y bajo la dirección de Odebrecht” por un total de 28 millones de dólares.
Los hijos de Martinelli fueron capturados en el Salvador en 2020 y luego enviados a Estados Unidos para responder a una demanda por corrupción y blanqueo.